sábado, 2 de marzo de 2013

El Santo Grial


Cuando veo un libro que se refiere al Santo Grial, a los cátaros o a los caballeros templarios, se me prenden todas las luces de alarma y las sirenas empiezan a ulular como si se aproximara un avión cargado de bombas atómicas. Es entonces cuando salgo corriendo en busca de un sitio más seguro. Tal es el rechazo que me causa el abuso de la pseudociencia y la pseudohistoria cuando se tratan temas medievales. El libro entonces se convierte en un campo minado de patrañas, lugares comunes y confusiones. Son libros caros porque no valen ni el papel donde están impresos, ni el tiempo que se gasta en leer una cosa que no deja nada. Algo parecido me sucedió cuando, en la mesa de ofertas y rebajas de una de mis librerías favoritas, me topé con El Santo Grial (Evergreen, Colonia, 2006) de Sangeet Duchane.

Lo ojeé y lo hojeé y me gustó la presentación. Lo compré por las ilustraciones, porque para conocer sobre las leyendas del Santo Grial hay que acudir directamente es a las fuentes literarias, como por ejemplo a Chrétien de Troyes. Pero éste tenía ilustraciones bonitas y valía la pena un librito chiquito que no molestara. Lo leí (sí, lo leí, aunque no lo terminé). El texto es demasiado sencillo para mi gusto, pero da una idea resumida de lo que son las leyendas leyendas relacionadas con el Grial; muy bueno para quien no conoce ni sabe. Me sorprendió, mientras lo leía, la cantidad de errores tipográficos que salían aquí y allá (cosa rara en un libro de Taschen). Me imagino que esta edición tan descuidada no fue pensada en su lectura, sino para verla. Triste fin de los árboles que usaron para el papel sobre el que imprimieron esta obrita.

Recuerdo que ese día decía a Jesús, el librero, que ser medievalista es caro. Sí, es caro cuando saltan estas cosas. Menos mal que no era costoso y sigue siendo bonito. Malo hubiera sido comprar un Beato de Liévana con errores de impresión, o unas Ricas Horas de Duque de Berry con comentarios tontos o la tinta corrida.. No se puede pedir mucho de este Grial, de la señora Duchane, quien al terminar sus estudios de Teología en Berkeley, se "dedicó a la la espiritualidad, la meditación y el mundo esotérico" y se fue a India y Japón... seguro que a absorber auras budistas. Occidente, sin duda, está en decadencia. Por supuesto que me salté las tonterías que dice la autora sobre el aspecto femenino del cristianismo, porque allí es donde, segurito, brinca la liebre de New Age y tengo muchos libros interesantes esperando ser leidos

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