jueves, 26 de enero de 2012

El camino hacia la cultura

El camino hacia la cultura, portada.


Impulsado por la curiosidad, hace unos días compré un ejemplar del libro El camino hacia la cultura, de César Vidal (Planeta, Barcelona, 2007). Me atrajo el subtítulo: lo que hay que ver, leer y escuchar. Debo confesar que no soy amigo de las listas de libros u obras de arte que hay que leer y ver "antes de morir". La cultura no es un producto instantáneo que se adquiere de un día para otro. Al contrario, una buena cultura se consigue "cultivándola" a lo largo de toda la vida. Lo primero que se requiere para ser culto es gustarle la cultura. No se improvisa.

Con esto en mente, revisé un ejemplar que no estaba envuelto y repasé las listas. A vuelo de pájaro leí algo de lo que se proponía el autor y me decidí a comprarlo. En Caracas los libros son caros y no se deben desperdiciar los recursos en libros desechables. Preferible invertir BF 500 en un libro bueno, que malbaratar 100 en uno mediocre. Para ayudar al bibliófilo existen los libreros, de quienes hablaremos en otra oportunidad.

Sin ánimo de violentar los derechos de autor del Dr. Vidal, me permito citar lo que nos dice en su introducción sobre el contenido de la obra:

Este libro constituye un camino hacia la cultura. El que abra sus páginas se sitúa en una senda que le conducirá, poco a poco y nunca sin esfuerzo, hacia esa cultura que de tan ayunas están no pocas de las instituciones que se supone debían impartirla y los que padecen su acción.
Su estructura es cuatripartita. En la primera parte, el lector hallará aquello que debe leer; en la segunda lo que debe contemplar en clara referencia a las artes plásticas: en la tercera lo que debe escuchar, tanto en el área de la música clásica como de la popular, y la cuarta, lo que debe ver tanto en teatro como en cine. Podría haber incluido una quinta parte dedicada al pensamiento científico -indispensable para la cultura-, pero opté por excluirlo, al considerar que requiere una obra específica por si misma y que, además, en ella, el elemento autodidáctico es harto difícil.
 Nos limitaremos en esta oportunidad a la primera parte del libro: Lo que hay que leer. Dejaremos para luego el resto del libro. Nos dice el autor:

Esta primera parte del libro -la más extensa con diferencia- no es una historia de la literatura, pero sí he recogido todas sus corrientes  esenciales.También he querido dedicar un espacio a aquellos escritos, no siempre obras literarias, que han tenido una especial repercusión en la Historia de la Humanidad. La Torah y El príncipe, la Suma teológica y los Evangelios, El origen de las especies y el Corán pueden no tener la altura que hallamos en Cervantes, Shakespeare o Dante, pero su peso en las vidas de millones de seres humanos ha sido mucho mayor; de ahí que los apartados dedicados a ellos constituyan incluso pequeños ensayos. Quien lea esta sección no sólo contará con una visión panorámica de los verdaderos clásicos sino que, además, tendrá a su alcance leer lo verdaderamente importante.
Las listas siempre son subjetivas. ¿Por qué esta obra y aquella no? De un autor prolífico ¿Cuáles obras escoger? Independientemente de las objeciones que yo pueda tener (un exceso de escritores españoles), las listas que nos da Vidal son bastantes completas y corresponde al lector agregar obras o autores de su preferencia (como por ejemplo autores del continente americano). Lo mejor es que hasta recomienda ediciones disponibles.

Antes de concluir por hoy,  la advertencia del autor:
César Vidal
autor
La presente obra permite ayudar a una visión global e intertemporal de la cultura.Enfrentado con ella, el lector va a descubrir, por ejemplo, que la música clásica, salvo honrosas excepciones, se extingue a inicios del siglo XX; que las artes plásticas entran en un proceso de agonía sobrecogedor y que ese agotamiento cultural también llega a la literatura, aunque tarde algo más.El pasado siglo XX -el de los socialismos y los nacionalismos- será contemplado por las generaciones futuras con verdadero espanto en buena parte de sus manifestaciones culturales, y será así porque podrá compararlo con distancia con otros que le precedieron y descubrirá que a pesar de existir un Estado cada vez más interventor, poderoso y subvencionador, no logró crear ningún Mozart, ningún Cervantes ni ningún Shakespeare, ningún Miguel Angel ni ningún Fidias. Por algo será, digo yo.


Quien desee visitar el sitio web de César Vidal, puede ingresar por aquí:

http://www.cesarvidal.com/index.php/


6 comentarios:

  1. Todavía pueden conseguirse buenos libros a precios solidarios.
    De libreros a coleccionistas de libros. ¿Quien no tiene una biblioteca aunque pequeña en su casa? Caso como el amigo Quintero quien recurre al librero de una buena librería para nutrir la suya y alimentar esta otra. A veces en las quincallas, librerías-papelerías, en los "Puestos de Remates" de las Fuerzas Armadas, Andrés Bello o "Paseo Anauco" pueden encontrarse sorpresas como aquellas que puedo recordar producto de sustracciones a la Imprenta Nacional o a otra imprenta privada ediciones sin bautizar. Libros de bibliotecas públicas y privadas, de ministerios e Instituciones. A veces baratas pero otras veces libros cuyos precios pueden se susceptibles a un descuentico.
    Antiguos libreros podría mencionar a Rojas Hermanos con su afamado almanaque pero un negocio que a Don Arístides y a sus hermanos uno de los cuales llamaban "El Marqués de Rojas", le venía del padre hacia principios del siglo 19 y que ellos creo tomaron sus riendas en 1855, Podría asegurar que mi antepasado Valentín Espinal a quien el arte y la pulcritud lo distinguían en la imprenta tuvo su buena biblioteca y acaso en su negocio que tuvo su catálogo de publicaciones, fue librero e impresor como algunos hijos Valentín hijo y Hnos o Carlos Espinal quien se radicó y laboró en New York ¿Acaso conoció a Nicanor Bolet Peraza quien en la Gran Manzana fue el director del diario de "Las Tres Américas"..
    Jesús María Herrera Irigoyen con El Cojo y coleccionistas como el farmacéuta Victor Manuel Ovalles y en el siglo 20 que yo hubiese conocido: Don Enrique Requena Mirá, el Dr Rafael Ramón Castellanos "Gran Pulpero", sus hermanos Pedro (QEPD), Jonás y Luis. Walter de Lectura y mis amigas de Soberbia C.A quienes todavía para distraerse siguen a sus años con el meritorio oficio.

    Y a usted Don Abraham Quintero físico y virtual actualizado con su oasis en medio de la cibernética criolla.-

    ¡Una vez más: saludos!

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    1. ¡Saludos amigo!

      No hay cosa mejor que cinegética libresca. Buen tu recorrido por esos cotos de caza y tu memoria por los Rojas y don Valentín.

      Feliz día.

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  2. ¿Y qué cosa es cibergética? a lo mejor quisites decir cibergenética o producto de tus carreras para agarrar un buen puesto: cibernética.

    Y colega ¿Conoció ud. los libros de la editorial Puig & Ros? cuya tronco de librería estuvo a principios del siglo 20 en los bajos de lo que los chavistas redescubrieron o rebautizaron como "El León de Oro" en el ángulo noreste de Los Traposos. O Segrestaa de Puerto Cabello o Bethencourt de Curazao conocidas y famosas en su tiempo y venezolanos o amantes de la literatura venezolana imprimían en Curazao y/o en Puerto Cabello como Rojas Hnos.
    Y colega, ¡mollejera primo!, ¿Qué me contá de Belloso y Belloso Rosell en La Sultana del Lago? toda una empresa editorial.-

    ¡Buen Provecho!

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  3. ¿Cibergética? no sé. CINEGÉTICA es el arte de la caza, como la VENATORIA.

    No, no llegué a conocer es librería. No soy tan viejo. Nací en 1953 y compraba mis libros infantiles y juveniles en Sabana Grande. De paso, leía los libros que tenían mis hermanos mayores. A los 11 ya había leído a Suetonio y a los 12 a Alejo Carpentier.

    Voy al médico. Hasta pronto.

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  4. Disculpe, no leí con detenimiento e inconscientemente pensé que era algun derivado de la cibernética.
    "Vuelve el perro arrepentido..." había escrito algo que se voló...
    No quise llamarle sesentón y es que cuando uno lée tanto y está enfrascado en una de libros empizan a conocerse librerías, casa editoriales y autores. Acaso cuando usted confecciones el artículo l"Libreros y Librerías" jamás podrá pasar por alto los que precedieron los actuales.
    Yo de chiripa no me meto en la época de un libro de 1800 ó 1900 pues inclusive me estoy metiendo con las muchas personas que constituyeron ese libro en aquel entonces.
    Esta noche escucharé el Popule Meus que tienes en tu biblioteca inclusive para sentirme en la Semana Mayor. Luego pasaré a escuchar a Oscar Yánez y finalmente antes de salir tratarle de agarrar los talones a Marylín. No conocí esos tiempos solo intentaré transportarme a ellos.-

    Felíz week end.-

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    1. Nada, no hay problema. Me pasa mucho que, por leer con premura, a final respondo raro. He pensado en estos días en escribir un artículo como el que sugieres, sobre librerías, tal vez de ayer y de hoy, quizá aderezándolo con algo sobre las artes gráficas en Venezuela.

      Graias por pasearte por estos artículos y comentarlos. Se agradecen sugerencias.

      Feliz fin de semana y un fuerte abrazo.

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